Las Suculentas o Crasas

Las plantas suculentas o crasas (del latín suculentus, ‘muy jugoso’) son aquellas en las que la raíz, el tallo o las hojas se han engrosado para permitir el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en el resto de las plantas.Esta adaptación les permite mantener reservas de agua durante períodos prolongados y sobrevivir en entornos áridos y secos que otras plantas encuentran inhabitables. El ejemplo más típico de suculencia es el de los cactus, en los que el tallo contiene una gruesa capa de tejido parenquimatoso, pero existen otras familias vegetales que presentan el mismo fenómeno. Las suculentas no están genéticamente relacionadas entre sí, sino que han desarrollado independientemente rasgos similares en un proceso de evolución convergente.

La adaptación de las suculentas les permite colonizarse en entornos áridos o en los que la captación de agua es limitada, en los que reciben poca competencia por parte de otras especies vegetales y en los que los herbívoros son escasos. Para posibilitar la captación de la escasa humedad presente en el ambiente, muchas suculentas son pubescentes, es decir, presentan una superficie cubierta de pelillos que retienen el rocío matutino. Otras técnicas empleadas para maximizar la retención de la humedad son la reducción de la superficie en comparación con el volumen de la planta, con lo cual se limita el número de ramificaciones y la longitud de estas, así como el desarrollo de recubrimientos pruinosos en la superficie de hojas y tallos.

Hay miles de especies de plantas suculentas, clasificadas en varias familias.